domingo, 5 de febrero de 2012

Entrevista con Morten Minde, campeón del mundo de Marathon sub23



Nombrado en 2011 3º en el ranking de piragüistas de su país, Noruega, Morten Minde lidera una excelente nueva generación de palistas que incluye a Mathias Hamar, Sindre Kumle Berg, Agnes Brun-Lie, Karl Anders Sletsjøe, Joar Thele o Eivind Vold, entre otros… Campeón noruego en todas las distancias desde las categorías inferiores hasta la sub23, fue el año pasado cuando consiguió renombre internacional después de proclamarse campeón del mundo sub23 de Maratón en Singapur. Sólo dos días después, con su compañero Mathias Hamar, hizo quinto en la prueba de K2 Senior, apenas minuto y medio detrás de nuestros campones Walter Bouzán y Álvaro Fiuza, sin duda una buena señal de su brillante futuro con 20 años recién cumplidos.
Natural de Strand, en las afueras de Oslo, vive ahora en Bergen, la bella ciudad de la costa oeste noruega, donde está estudiando su carrera en Económicas.

En plena vorágine de estudios, amablemente ha hecho un hueco para atender a Élite Kayak y concedernos esta entrevista.

Élite Kayak – Morten, viviendo en un país donde los deportes de invierno son los más populares, ¿cómo llegaste al piragüismo?
Morten Minde - Mi hermano probó casi todos los deportes cuando éramos pequeños y resultó ser muy rápido en la piragua. Como yo sólo había practicado deportes de equipo, verle en solitario me intrigó mucho y probé yo también. Como todo hermano pequeño, quise superarle y fue una inspiración para mí. De hecho, no conseguí batir sus tiempos hasta mi último año de juvenil y aún me falta hacerlo con sus 200 metros.



EK – Me comentaste en nuestra pequeña charla antes de la entrevista acerca de la importancia del Strand Kajakk Klub en tu desarrollo, así como el hecho de tener como entrenadores a grandes campeones muy experimentados que guían tus pasos más que examinan tu rendimiento. También hablaste de la importancia de los palistas veteranos y de cómo van transmitiendo su experiencia y conocimientos a los más jóvenes conscientes de que todos sois eslabones de la misma cadena. Cuéntanos un poco más acerca de esta filosofía…
MM – Como es natural, quiero seguir progresando en el futuro y mi club de origen, mis entrenadores y mis compañeros de fatigas son elementos clave. En nuestro club, los palistas más veteranos enseñan todo su conocimiento a los más jóvenes. La mayor parte de lo que sé sobre cómo palear en grupo y manejar mi piragua lo he aprendido remando con los veteranos de mi club. En lo que se refiere a mis entrenadores, se aseguran de que yo tenga el conocimiento necesario para poder entrenar por mí mismo. Me dan una serie de claves sobre lo que he de mejorar en mi técnica y planes mensuales para toda la temporada. Esto me da a mí pie para planificarme yo mismo y eso me encanta. Me da una sensación de control y de ser el dueño de mi propio progreso. Todo esto es muy motivante y muchas veces hago mis mejores entrenamientos después de un largo día de planificación, aunque, obviamente, mis entrenadores le dan el visto bueno antes de ponerme a ello.

EK – El invierno en Noruega es una estación muy dura para los deportes de verano, con tanto frío y muy pocas horas de luz al día. ¿Aún así consigues palear en agua algún día a la semana o el entrenamiento a cubierto es la tarea principal?
MM – El invierno puede ser duro para un palista en Noruega, pero también puede ser muy productivo si lo sabes aprovechar bien. Es mucho mejor tener una buena sesión de cardio, de ski o de carrera a pie antes que una sesión mediocre de piragua. Nos enfocamos mucho a ser polivalentes desde pequeños, queremos hacer de todo a todas horas, pero a medida que te haces mayor tu entrenamiento invernal se vuelve más específico. Otro aspecto positivo de alejarse de la piragua durante dos o tres meses es que tienes tiempo de recuperarte totalmente del desgaste que una larga temporada puede haber dejado en tus músculos y en tu mente. Por mi parte, en una semana normal de invierno hago entre seis y nueve sesiones de kayakergómetro y correr y las pesas completan el resto del entrenamiento.

EK – Tu victoria en Singapur fue bajo unas condiciones muy adversas de calor, humedad e intensos aguaceros. ¿Te preparaste específicamente para afrontar la carrera en unas condiciones tan diferentes a las de tu lugar de origen?
MM – Desde luego, las condiciones eran muy diferentes. Salir de casa a casi cero grados y llegar allí con 28 fue un cambio muy brusco durante los primeros dos días. Pero de nuevo mi entrenador dio muestra de su inteligencia y había reunido toda la información necesaria para estar bien preparado. Durante los días previos a la carrera entrenamos muy suave para no forzar los pulmones y dejar que se fueran aclimatando poco a poco. Esto parece muy sencillo, pero cuando te ves en el campo de regatas a veces es difícil aguantarse.

EK – Bueno, está claro que dio resultado, pues en carrera supiste aprovechar tus oportunidades y dar el máximo.
MM – Sí, ya conocía a muchos de mis adversarios del Campeonato de Europa, así que sabía a quién tenía que vigilar. Uno de ellos era sin duda el campeón europeo, Emilio Llamedo, que en Francia me venció con mucha facilidad. Estuvo brillante en aquella carrera y medio toda una lección. Mientras yo me desgastaba en intentar romper el grupo de cabeza, él se centraba en aprovechar al máximo las olas y esperar al último porteo para dar su golpe. Pero más aún que en aquella victoria, me impresionó su actitud tras cruzar la meta en el mundial. Tras llegar como favorito, había quedado segundo y lo primero que hizo fue acercarse a mí y darme un abrazo. Ese momento realmente me emocionó y lo recordaré por mucho tiempo. Momentos como ése, o cuando campeones mucho más experimentados como Ben Brown o Shaun Rubenstein vienen a felicitarte, son inolvidables.
Photo: Carolyn J Cooper
Esta actitud dice mucho de Emilio, pero también del Maratón en general. Todo el mundo se apoya y felicita mutuamente. En comparación con la velocidad, donde casi puedes sentir la tensión en el aire, la atmósfera es mucho más relajada. En lo que al deporte se refiere, Emilio Llamedo y Ben Brown son mis modelos a seguir. Ambos hicieron ese día aún más especial simplemente felicitándome de corazón.

EK – Hablando del Maratón como disciplina, ¿crees que es una buena plataforma para dar el salto a los equipos olímpicos o lo ves como un fin en sí mismo?
MM – Ésta es una pregunta complicada. Hace un par de años te habría dicho que era una buena manera de ponerse en gran forma y así poder centrarse en los 1.000 metros. Pero ahora me doy cuenta de que requiere una gran especialización estar entre los mejores en ambas disciplinas, así que en el futuro se convertirá en un objetivo con entidad propia. Y, si hay suerte, con una buena planificación las dos serían posibles de combinar.

EK – ¿Incluir el Maratón entre las distancias olímpicas contribuiría entonces a terminar con la percepción de que es una segunda opción para muchos piragüistas?
MM – Esto es algo en lo que definitivamente debería trabajar la federación de piragüismo. Por ejemplo, en Singapur compitió mi ídolo durante muchos años, Ben Fouhy. Yo de verdad esperaba que venciese y mi antigua percepción de los palistas de Maratón me decía que así sería. Es un gran palista de 1.000, tuvo durante mucho tiempo el récord mundial y fue finalista en el mundial de Szeged. Sin embargo, los maratonianos le dieron una lección, así como a mí. Fouhy podía tirar muy fuerte para poner a los demás en apuros, pero los palistas de maratón sabían mucho mejor utilizar las olas y los porteos en su beneficio. Pero bueno, volviendo a tu pregunta, mi respuesta es sí, por supuesto. Si no estás familiarizado con este deporte, el Maratón es mucho más entretenido y espectacular, así que quizás esa podría ser una buena vía para conseguir un mayor reconocimiento mundial.

EK – Los últimos oros olímpicos en el K1 1.000, Verås Larsen y Tim Brabants, también fueron medallistas de Maratón en sus primeros años. Ahora que tú has tenido éxito en ese primer paso, ¿te ves también luchando por medallas en futuras Olimpiadas?
MM – No puedo imaginarme ahí ahora mismo. Pero tampoco me había imaginado nunca colgarme el oro en Singapur. Mi postura siempre ha sido la de hacer primero bien el trabajo y entonces podré ir después a casa y soñar. Así que seguiré haciendo lo que me corresponde y disfrutaré del camino.

EK - Knut Holmann, Eirik Verås Larsen… Tres de los cuatro últimos títulos olímpicos de K1 1.000 fueron a parar a estos legendarios palistas, algo mucho más impresionante si tenemos en cuenta que la población de Noruega ni siquiera llega a los 5 millones de habitantes. ¿Cuál es es secreto para este ratio tan alto de campeones?
MM – Los noruegos nos centramos mucho en trabajar la técnica en K1 y el trabajo de los últimos años ha ido enfocado a sacar buenos palistas de K1 1.000. Ese puede ser un motivo del éxito, pero también de estar muy por detrás de otros países cuando se trata del K2, el K4 o los 200 metros.

EK – Siendo esta herencia tan alentadora para las nuevas generaciones, ¿cuánto crees tú que puede suponer también una presión?
MM – Personalmente, nunca lo he visto como una presión. Es reconfortante saber que otros han podido alcanzar esos logros y que ahora pueden enseñarnos todo lo que han aprendido con ello. Dos de mis entrenadores, Arne Bernhard Sletsjøe y Egil Søby, fueron campeones del mundo y Egil logró el oro en K4 en las olimpiadas de México, así que su conocimiento es una gran ayuda para nosotros, los más jóvenes.

EK – Todavía te quedan tres años en la categoría sub23, ¿cuáles son tus objetivos para este tiempo?
MM – Este año quiero dar un paso más en las distancias de velocidad. Mejorar en el 1.000 y evolucionar para llegar a ser un buen palista de K2 son mis objetivos principales para este verano. En lo que se refiere al maratón, quiero arriesgarme y enfrentarme ya a los grandes. Será un sueño hecho realidad el poder competir contra mis ídolos durante tanto tiempo y ojalá hacerles sudar un poco. Por otro lado, somos un buen grupo de jóvenes piragüistas en Noruega, como mi compañero de K2 Mathias Hamar, por ejemplo. Este año sacrificó sus posibilidades en K1 para poder competir con garantías en K2, así que ahora se merece tener su propia oportunidad. Estoy muy seguro de que Mathias Hamar y el campeón de Europa juvenil, Eivind Vold, serán los palistas a tener en cuenta este próximo año.

EK - ¿Tienes alguna beca oficial y/o sponsors privados para ayudarte a alcanzar tus metas deportivas o te mueves a un nivel completamente amateur?
MM – Antes de nada, tengo que mencionar a Unit 4 Agresso, sin ellos no habría podido ir al mundial, puesto que nuestra federación no dispone de muchos fondos. Nos dieron la oportunidad de lograr nuestros sueños y los resultados fueron dos oros y una quinta plaza. También tengo que mencionar al distribuidor de Vajda en Noruega, Gullpadleren, sin los cuales ni siquiera habría dispuesto de una piragua esta temporada pasada. Pero ellos creyeron en mí aún cuando no había pasado por mi mejor momento el año anterior y me dieron apoyo cuando más lo necesitaba. Esto significó mucho para mí y les estoy muy agradecido.

EK – Aparte del piragüismo y los estudios, ¿de qué otras actividades disfrutas en tu vida diaria?
MM – Para serte honesto, me encanta tirarme en el sofá y no hacer nada, jaja. Ver películas o alguna serie (Californication, etc.) me despeja mucho la mente de la universidad y el piragüismo. También los viernes tengo la noche de los tacos con mis amigos y en nuestro piso siempre tenemos algún invitado pasando un par de días todas las semanas. Siempre está bien sentarse con un café y unos snacks después del entrenamiento y charlar con los buenos amigos sobre cualquier cosa o sobre nada, si te soy sincero.

EK – Morten, ha sido un verdadero placer tenerte como invitado en nuestra web y desde aquí te deseamos todo lo mejor en esta temporada que comienza. Pero déjanos también tú un deseo para el futuro…
MM – Pues que los noruegos levanten un poco la vista y se fijen en todos los grandes deportistas que ha dado este país. Y lo que es más importante, que el nuevo grupo de piragüistas obtengamos también parte de esa atención para poder seguir alcanzando nuevos éxitos.

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