Sin
embargo, en la salida femenina la primera sorpresa saltó poco antes del
kilómetro. Y nunca mejor dicho, ya que en el K2 de unas de las favoritas a
medalla, las sudafricanas Michele Eray y Bridgitte Hartley, saltó uno de los
tornillos de la ruleta del timón y quedaron apeadas de la competición apenas
comenzada. Una verdadera pena que nos privó de verlas incluidas en un grupo de
cabeza que quedó conformado camino del primer porteo por danesas, húngaras,
checas, británicas y las españolas Nuria Villacé y Raquel Carbajo. La otra
pareja española, formada por las jovencísimas Begoña Lazkano y Amaia Benavente,
se vio obligada a abandonar después de haber hecho casi toda la primera vuelta
en ese grupo por un mareo sufrido por Amaia. Una pena, pero una embarcación
muy a tener en cuenta de cara al futuro y no sólo en maratón, sino también en
la pista.
Csay y Bara en primer término, con Løvborg y Hansen tras ellas. Foto: Jan N |
Mientras
tanto, por delante la selección comenzó a partir del primer porteo. Estaba
claro que la embarcación húngara de Renata Csay y Alexandra Bara y la danesa de
Jeannette Løvborg y Henriette Engel Hansen llevaban la voz cantante y fueron
tensando la cuerda poco a poco, de forma que sin llegar al tercio de carrera ya
se habían quedado en cabeza junto a las checas Lenka Hrochova y Anna Adamova
(Kova ahora en las clasificaciones tras su matrimonio), las únicas que pudieron
aguantar la ola. Por detrás se formó un duo perseguidor con las campeonas y
subcampeonas de Europa, Fay Lamph y Lizzie Broughton (GBR) y Villacé y Carbajo
(ESP), que estuvieron gran parte de la carrera tirando de un nutrido grupo con
las italianas Alberti y Cicali y las belgas Peters y Broekx, entre otras, pero
que finalmente se despegaron para jugarse el cuarto puesto, que fue para las
inglesas.
Finalmente,
en el último porteo la mayor compenetración de Løvborg y Hansen jugó a su favor
y se fueron unos metros al embarcar que ya fueron insalvables para Csay y Bara.
Las danesas entraron como vencedoras ante el delirio de su público y Csay se
quedaba a las puertas de su 14º oro, teniendo esta vez que conformarse con la
plata.
Nuevo doblete español en C2. Foto: Jan N |
En el
C2 senior, las dos parejas españolas de Ferro/Graña y Campos/Romero decidieron
desde el principio que no querían la batalla (literal) que el año pasado en
Roma les dieron los húngaros, con lo que desde la primera vuelta trabajaron
conjuntamente para intentar irse en solitario. Aun así, Kavar y Györe les
aguantaron el ritmo durante casi todo el recorrido. Los portugueses Amorim y
Lacerda estuvieron también luchando en cabeza hasta que sus fuerzas no dieron
para más. Al quedarse los portugueses, los húngaros también renquearon y
durante unas vueltas ya las dos parejas españolas consiguieron ir en solitario,
ayudándose en todo momento ante la esperada reacción de los húngaros, que al
final se produjo llegando a ponerse de nuevo a apenas 30 segundos de distancia.
Sin embargo, no fue suficiente y las embarcaciones españolas llegaron a meta
consiguiendo Ferro y Graña un nuevo oro en su palmarés y Campos y Romero la
plata tras no disputar siquiera el Sprint, señal de que habían ido más justos
de fuerzas en carrera y recibieron la colaboración de sus compañeros. Por
detrás, Kavar y Györe (HUN) fueron finalmente bronce.
Finalmente
llegó por fin el plato fuerte de la jornada, el K2 Hombre Senior, donde los
nuestros partían como grandes favoritos tras su doblete de Roma y la magnífica
demostración que hicieron hace un mes en Banyoles. Sin embargo, vamos a ser
francos: la superioridad que ahora mismo tienen las dos parejas españolas es
tal que en la segunda vuelta quedó claro que la carrera estaba acabada. Ya comentaba
en Twitter que fue como ver a la selección española de fútbol jugando a tener
la pelota. La gente llegó a aburrirse un poco en la grada, lo pude comprobar. Y
llegué a oír comentarios en plan de que el nivel no era muy alto, que en
realidad no había rivales fuertes, etc…
Pero yo
pienso, sin embargo, que tanto Emilio Merchán e Iván Alonso como Walter Bouzán
y Álvaro F. Fiuza han llegado a una especialización tal en el maratón que ya
necesitarían gente de la pista que quisiera medirse con ellos. Y me estoy refiriendo
a gente puntera que se entrene un año en esta especialidad, ya que en
Copenhague quedó demostrado que incluso un monstruo como Poulsen no tiene
acceso a las medallas con tan sólo tres semanas preparando el maratón. Y no
sólo eso, sino que, al igual que los Xavi, Iniesta, Silva, Cazorla, etc… hacen
parecer malos a los futbolistas italianos (y no lo son), los comentarios acerca
de la falta de rivales están en esa misma línea. En realidad el nivel era alto,
muy alto, pero gente de contrastadísima calidad (Adam/Odvarko, Rubenstein/Rice, Lucas/Doux, los hermanos
Noe, etc…) queda en un segundo plano ante los K2 españoles.
De cara
al futuro, sobre todo cuando parece claro que Walter Bouzán no hará más
maratón, habrá que ver hasta cuando mantenemos este nivel, ya que o se dan muy
buenas combinaciones en el futuro cercano o de momento no parece haber parejas
sólidas españolas que estén ahora mismo a ese nivel, con garantías de asegurar
nuevas medallas en el futuro. Ojalá me equivoque y ya el año que viene
asistamos a la confirmación de parejas jóvenes con buena perspectiva, porque es
posible que húngaros, sudafricanos o noruegos, entre otros, empiecen a comernos
la tostada en el K2, coto particular español de momento. Noruega insisto en que tiene un equipo de
mucha calidad y todos nacidos en los 90. Sudáfrica tiene casi asegurado el
relevo de McGregor y Rubenstein con los Rice, Birkett, Schoeman, van der Walt,
etc… (4º y 5º sus dos K2) y para qué hablar de Hungría: los hermanos Noe,
Baras, Szolti, Petrovics… todos sub23 y sacando ya medallas en senior. Por no
hablar del equipazo juvenil que siempre mueven y que se ha hinchado a ganar
carreras en este mundial.
Volviendo
a la competición en sí, poco más que contar. Los hermanos Noe y Rubenstein/Rice
aguantaron a los españoles lo suficiente como para descolgar a los demás
rivales. Pero nuestros K2 aún tenían una marcha más y tras el segundo porteo se
pusieron de acuerdo para relevarse y meter la quinta… y ahí se acabó todo. La
lucha por la medalla de bronce quedó 30 segundos por detrás y se dedicaron a
mantener esa distancia hasta que en la última vuelta larga les dieron la
puntilla para meterles casi dos minutos en meta. En esa lucha por el bronce,
los sudafricanos sufrieron lo justo que se veía a Rice en los porteos (es un
palista físicamente muy grande) y los bien acoplados Noe se distanciaron lo
justo para asegurarse el metal en meta. Por delante, un último porteo magistral
de Merchán y Alonso les dio la ventaja para entrar primeros en meta y conseguir
un nuevo oro a su extraordinario palmarés. Unos 30 metros por detrás entraban Walter
y Fiuza, que culminaban así con este subcampeonato una magnífica trayectoria de
4 años juntos en la que no han acumulado otra cosa que oros y platas.
Momento en el que se rompe la carrera gracias al tirón de los españoles al entrar al porteo. Foto: Jan N |
Por
equipos, dominio total de Hungría, que ha vuelto por sus fueros sabiendo
mezclar a la perfección veteranía y juventud.
En este link podéis consultar los resultados.
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