martes, 20 de noviembre de 2012

Las series mundiales de Maratón de la ICF en revisión

Hace unos días, en la noticia sobre los resultados de la series mundiales de maratón 2012, dábamos ya una primera vuelta a lo que, a nuestro entender, no es una buena organización por parte de la ICF, o al menos un enfoque un tanto equivocado. Instauradas en la temporada 2010, esta clasificación mundial basada en 10 carreras clásicas de larga distancia no acaba de cuajar entre la élite internacional.

Pues bien, hace apenas tres días, la ICF comunicó por escrito al Royal Canoe Club de Londres la decisión de no incluir por cuarto año consecutivo la Devizes to Westminster en las series. Según palabras textuales del comunicado, firmado por Tim Cornish, miembro permanente del Comité de maratón de la ICF, la carrera es "demasiado dura", lo cual hace que pocos palistas internacionales se vean atraídos por ella.

El Royal Canoe Club, organizador de la prueba y club de piragüismo más antiguo del mundo, ha comunicado su profundo desacuerdo con la decisión, a pesar de estar dispuestos a abonar los 600 euros del canon a pagar a la ICF. Éste era uno de los puntos que comentábamos en el anterior artículo y, sinceramente, no me parece un canon excesivo y con el cual pocos palistas internacionales se podrían atraer en caso de que ese dinero se utilizase para la subvención de los desplazamientos, como proponíamos. Aún así, el hecho de que el Royal Canoe Club no tuviera problemas para abonarlos indica que la decisión sí responde propiamente a un cambio de rumbo (o al menos, una "repensada") a estas series internacionales.

Pero, ¿se están dando los pasos en la dirección adecuada? Desde luego, no seré yo quien ponga en duda las razones de un comité con miembros de larga trayectoria y sobrada experiencia, como Jørn Cronberg, Alan Laws, Ruud Hejselaar o el propio Tim Cornish (vencedor en su juventud de muchas de estas importantes carreras). Pero también es cierto que han tenido muchas decisiones controvertidas a lo largo de los años. En esta ocasión, el hecho de rechazar una carrera por ser demasiado dura (200 km. en 4 etapas para los K1) se puede interpretar de dos formas:



1) Efectivamente, una carrera de esa exigencia quizás no lleve hordas de palistas a Inglaterra en el mes de Abril. El propio Tim Cornish (vencedor en 1979), reconoce en su carta que las series no están despegando como ellos esperaban y quieren probar con eventos más "suaves". Puede ser una buena solución si lo que se busca es la concurrencia masiva. Un buen ejemplo es el Descenso del Sella. Con apenas 20 kilómetros, es un río sin más complicaciones que el propio hacinamiento de piraguas, con buen ambiente festivo y en una época en la que muchos de los asistentes extranjeros disfrutan de sus vacaciones laborables. Ahora bien, el palista medio que acude al Sella, ¿a cuántas otras carreras tiene la posibilidad de acudir?

2) El Royal Canoe Club se queja también de que la ICF cataloga de excesivamente dura para los grandes palistas internacionales una carrera que es disputada hasta por los colegiales ingleses. Y no le falta razón, la participación no es pequeña en uno de las grandes clásicas inglesas. Esta decisión lo que sí deja claro es que carreras como el Río Negro, que ya estuvo incluída en ediciones anteriores, o el Berg y el Dusi sudafricanos, tienen su retorno a las series francamente difícil. Y que las próximas víctimas serán, sin duda, el Tour de Gudeena danés y el Avon Descent australiano, carreras por encima de los 100 km. en una sola jornada. Se meterán carreras más asequibles, pero con las que me temo que se quiera hacer algo como en lo que se han convertido los campeonatos oficiales de maratón, quizás un circuito de varias vueltas para regocijo de los espectadores (objetivo loable, sin duda, que no se me malinterprete), pero en el que la propia configuración de los porteos o las ciabogas acaban siendo más determinantes que el recorrido en sí, quitándole además gran parte de su belleza al hecho de tener carreras que empiezan en un lugar y terminan en otro.

Sabiendo que el hecho de que una carrera quede incluída o no en las series mundiales puede tener un gran peso en la atracción de palistas y patrocinadores, ojalá que las decisiones que se tomen en adelante sean en beneficio común y por el bien del piragüismo y de todos los que amamos el maratón. A todos estos temas se les podrán dar más vueltas, y nuevos enfoques surgirán con el tiempo, pero la pregunta que lanzamos desde aquí es: Si yo fuera un piragüista de la élite internacional, ¿qué carreras querría tener en mi palmarés?... Mi respuesta la tengo clara.


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