Tono Campos arrancando camino del triunfo |
Los nuevos campeones del mundo en K1 y C1 han comenzado hoy
su reinado de un año. La leyenda húngara llamada Renata Csay consiguió esta
mañana su undécimo título mundial de maratón en el K1 Dama Senior,
convirtiéndose así en la persona más laureada de la disciplina del maratón al
superar los diez oros de otra leyenda viva, nuestro Manuel Busto. En las otra
dos competiciones senior del día, España mostró de nuevo por qué es el mejor
equipo desde hace mucho tiempo, ganando los oros en C1 y K1 hombre senior: Manuel
Antonio “Tono” Campos e Iván Alonso son los nuevos y flamantes campeones del
mundo.
Las carreras comenzaron con unas listas de salidas muy
sugerentes, en un día perfecto para la práctica del piragüismo. Los expertos
maratonianos se verían las caras con algunos sprinters con su temporada acabada
tras los Juegos de Londres. Pero, como suele suceder, se nota quién lleva un
mes entrenando para esto y quién no, así que finalmente los maratonianos
hicieron valer su experiencia.
En la carrera femenina se pudo ver desde la salida que,
estando Renata Csay, las opciones para las demás participantes se reducen a
luchar por la plata. La húngara, con 35 años y madre de dos niños renunció
desde el principio a una carrera táctica y, como ya ha hecho tantas otras veces,
puso su propio ritmo y se fue ya en la primera vuelta para hacer toda la
carrera en solitario. Poco a poco los segundos iban cayendo sobre el grupo
perseguidor, formado por las locales Stefania Cicali y Anna Alberti (ITA), la
olímpica en Londres Henriette Engel Hansen (DEN), Berenike Faldum (BUL) y
Krizstina Bedoecs (AUT). Ya en la segunda vuelta, este grupo se partía en dos,
yéndose por delante Cicali y Faldum, mientras que se quedaban formando un
tercer grupo Hansen, Bedoecs y Alberti.
Renata Csay, 11 veces campeona del mundo |
Así pues, oro y muesca en la Historia del Piragüismo para
Renata Csay (HUN), plata para la joven y prometedora Stefania Cicali (ITA) y
bronce para una batalladora Berenike Faldum (BUL). Tras ellas, Anna Alberti
(ITA) abría un rosario de grandes palistas entre las que estaban Hansen (DEN),
que finalmente fue descalificada, probablemente por ayuda ilegal en los porteos;
la también pujante joven Agnes Brun-Lie (NOR); las sudafricanas Alexa Cole y
Michele Eray, ésta última vencedora este año del Sella y de la Nelo Summer
Challenge; Birgit Pontoppidan (DEN), vencedora del Dansland Marathon 2012; o
Mara Santos (ESP), campeona del mundo en el 2000 y múltiple medallista mundial.
Al mismo tiempo se celebraba la carrera del C1 senior, donde
se presentaba una interesante mezcla de juventud y veteranía. Pero dos de los
contendientes parecían tener claro que no querían correr riesgos innecesarios:
el húngaro Péter Nagy y el español Tono Campos. Desde el principio se las
ingeniaron para irse en solitario y marcar una diferencia de un minuto, lo cual
les permitió hacer una carrera ya más táctica e ir turnándose en la marca para impedir
que se les acercaran los dos que iban en su caza, el actual campeón Matthias
Erbhardt (GER) y Nuno Barros (POR).
Nagy y Campos aguantaron el minuto de diferencia hasta la
última vuelta, en la que Erbhardt consiguió dejar atrás a Barros mientras los
dos de cabeza ya pensaban más en guardar fuerzas para el último ataque. Fue
entonces cuando Campos salto de la canoa en el pantalán como un rayo y se lanzó
a una vertiginosa carrera que le dio unos 25 metros de ventaja sobre el
húngaro, suficiente para afrontar en solitario el último kilómetro y medio
hasta entrar en meta como nuevo campeón mundial.. Péter Nagy se hacía con la
plata y Matthias Erbhardt lograba el bronce. Por detrás, descalificado Nuno
Barros por irregularidades en los porteos, el otro español, David Mosquera,
conseguía una meritoria cuarta plaza.
Tras las ceremonias de medallas, comenzaba la carrera del K1
senior hombre, con 38 palistas y al menos media docena de favoritos a la
victoria. La salida fue frenética debido a la presencia de muy buenos
velocistas, como Fernando Pimenta, reciente medallista en Londres 2012, y otros
especialistas en 1.000: los eslovenos Lovro Leban y Jost Zakrajsek o el noruego
Daniel Salbu. Alrededor de una docena de palistas se lenzaban Tíber abajo en el grupo cabecero,
pero 10 minutos más tarde, sólo 6 venían liderando la prueba y cuatro de ellos
ya eran los favoritos maratonianos: Hank McGregor (RSA), Len Jenkins (RSA),
Iván Alonso (ESP) y José Ramalho (POR), con Fernando Pimenta, que ya había conseguido la plata
en sub23 el viernes, y un invitado que era Jan Andrlik (CZE).
El checo enseguida pagó el esfuerzo y cayó al segundo grupo,
mientras los otros cinco conservaban el liderato durante las primeras vueltas.
Fue ya en el tercer porteo cuando Ramalho y McGregor entraron peleando por una
plaza en el más bien justito pantalán de madera y al desembarcar se
enganchaban literalmente a piraguazos
hasta que el portugués se pegaba una enorme costalada, cayendo su piragua y su
pala rampa abajo. Perdió así el contacto con el grupo cabecero y la carrera se
dividía en dos grupos: McGregor, Jenkins Pimenta y Alonso por delante y
Ramalho, Joep van Bakel (NED), Luca Piemonte (ITA) y un impresionante Michael
Leverett (AUS), de 41 años y vencedor el miércoles del K1 40-44, en un segundo
grupo a unos 30 segundos.
Por delante la carrera se volvió muy táctica y Alonso se
negaba a hacerle la carrera a McGregor, que iba muy cómodo en la V. De hecho,
un par de veces llegó a pararse por completo y nadie quería relevarle en
cabeza. Pimenta probablemente argumentaba su cansancio del día anterior y
Jenkins y McGregor se miraban como pensando qué decisión tomar. En el cuarto porteo, McGregor dio un fortísimo
tirón y logró marcharse en solitario. Todo el mundo se preguntaba entonces si
estaría haciendo lo mismo que el año pasado, pero a la vuelta de la ciaboga de
arriba el grupo venía de nuevo unido. Fue tan sólo un aviso de lo que era capaz
de hacer. Y una vez juntos, nuevas indecisiones y miradas de reojo. McGregor
pasó a marcar, pero tanto parón hizo que los de detrás llegasen en la quinta
vuelta. La única novedad era que Piemonte había desaparecido y se incoroporaba
el húngaro Máté Petrovics, medallista el año pasado en Singapur.
En el quinto porteo, problemas para McGregor al montar en el
pantalán de salida. A punto estuvo de irse al agua, pero el K1 se le puso
completamente de lado y se llenó de agua, así que tuvo que emplearse a fondo
con el achicador. De todos modos, no fue suficiente y perdió contacto con el
grupo. Ramalho se dio cuenta de que no era momento de parar y junto a Pimenta y
Alonso se pusieron a tirar para que el peligroso sudafricano no se acercase de
nuevo. Cuando llegaron al penúltimo porteo, McGregor marcaba el segundo grupo
con van Bakel, Petrovics y Leverett. Al achicar la piragua en el pantalán se
vio el agua que aún llevaba dentro. Los 25 segundos de desventaja que llevaba
eran un mundo, pero la siguiente vuelta fue una auténtica carrera de
persecución. Finalmente, la gran clase de McGregor permitió que a falta de 3
kilómetros y un porteo para meta, de nuevo fuesen ocho los palistas en el grupo
cabecero.
Pero los portugueses no querían compañeros en el porteo y
entraron tirando fortísimo en primera posición, mientras McGregor y Alonso
llegaban en segunda fila y Jenkins y los demás sufrían demasiado ya fuera de la
ola. La carrera fue al máximo y Alonso y McGregor se tocaban mediado el porteo.
El sudafricano salía por delante del choque y se iba a por Ramalho, al que
alcanzó en la rampa de bajada. Otro aparente choque entre ambos acabó con el
portugués de nuevo por los suelos y su piragua golpeando de nuevo el pantalán.
Sin embargo, ya no había tiempo de mirar desperfectos, los cuatro integrantes
del grupo salían juntos rumbo a la ciaboga. Faltaban sólo 1,5 kilómetros para
saber quién sería el nuevo campeón.
Finalmente, tras cinco interminables minutos, aparecían las
palas por la última curva del circuito y era el de Tuy el que comandaba un
largo y poderoso sprint, con Ramalho a su izquierda y McGregor en la popa, mientras
Pimenta ya se había rendido al no poder seguir el ritmo. Así, Iván Alonso
entraba vencedor en meta y lograba su primer campeonato mundial, Ramalho
conseguía la plata y McGregor, momentáneamente el bronce.
Iván Alonso entra vencedor en meta como nuevo Campeón del Mundo. Foto: Carolyn J. Cooper |
Sin embargo, ya estaba presentándose una reclamación por
parte de Portugal y España acerca del comportamiento antideportivo de los
sudafricanos, sobre todo en los porteos. El propio Alonso hizo referencia a
ello en la entrevista a pie de pantalán, donde dijo que no podía admitirse ese
comportamiento en una regata. Finalmente, hacia las ocho de la tarde, todo
finalizaba con la descalificación de ambos sudafricanos, lo que daba la medalla
de bronce a Pimenta y también hacía adelantar dos puestos a David Rodríguez
Dorado, nuestro segundo representante. El de Aranjuez era finalmente décimo a
3’44” del vencedor, un gran resultado para el joven valor de la selección
española.
Los resultados de lo que va de campeonato podéis consultarlos en este enlace. Aún no aparecen las descalificaciones de mcGregor y Jenkins en la hora de publicar este artículo
Los resultados de lo que va de campeonato podéis consultarlos en este enlace. Aún no aparecen las descalificaciones de mcGregor y Jenkins en la hora de publicar este artículo
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