lunes, 30 de septiembre de 2013

Renata Csay no tiene techo, McGregor vuelve a lo grande y Kavar es nuevo campeón mundial en C1

El sábado entraron en acción los senior en el mundial de maratón celebrado la semana pasada en Copenhague. Reseñar de todos modos aquí la medalla de bronce lograda por la mañana por el K2 Hombre Junior español formado por Albet Martí y Altair Chinchilla, que se coló en el podium tras una disputadísima carrera que vencieron los daneses Pretzmann y Gravesen.

Salida del K1 Mujer Senior. En el centro, Renata Csay. Foto: Jan N
Más tarde arrancaron las Mujeres K1 Senior y los Hombres C1 Senior, que tuvieron desarrollos bastante similares. En ambas carreras dos embarcaciones tomaron la delantera desde la primera vuelta. La hasta ese día doce veces campeona del mundo Renata Csay (HUN) y Anna Adamova (CZE) abrieron rápidamente una brecha que se fue hasta el minuto en apenas dos vueltas. Las italianas Stefania Cicali y Anna Alberti tomaron la responsabilidad en el grupo perseguidor, pero no consiguieron cerrar esa diferencia en ningún momento. La campeona sub23, Teneale Hatton (NZL) llegó incluso a descolgarse del grupo perseguidor mediada la carrera, tal vez no recuperada al 100% de su carrera del viernes, pero hizo una gran remontada y se metió de nuevo en la lucha por la medalla de bronce después del último porteo, aunque llegó ya con las fuerzas muy justas.
 Mientras tanto, Renata Csay se deshizo con relativa soltura de Anna Kova en el quinto porteo e hizo una última vuelta en solitario, entrando en la línea de meta con más de un minuto de ventaja. Anna Kova consiguió la medalla de plata y Stefania Cicali, después de un buen último porteo, entró en la tercera posición liderando un grupo de cinco que ella misma había dirigido la mayor parte de la carrera. 

Antonio Campos (ESP) y Marton Kavar (HUN) también decidieron en la carrera C1 no querer un grupo grande en cabeza y tiraron con fuerza desde el principio, consiguiendo que su ventaja fuese un poco más grande en cada vuelta sobre un grupo de cuatro que poco después ya se quedó en sólo dos palistas que tenían ya claro a media carrera estar luchando por el bronce: Tamas Kiss (HUN) y David Mosquera (ESP).

Marton Kavar entra en meta en solitario para ganar el oro. Foto: Jan N

Tras un reñido duelo de seis vueltas, Kavar se destacó ligeramente en el último porteo y logró una clara victoria, consiguiendo una bien merecida medalla de oro el anterior campeón del mundo y ahora medallista de plata Tono Campos. Más atrás, Tamas Kiss finalmente se deshizo de David Mosquera para lograr la medalla de bronce, mientras el español se quedaba en el siempre agridulce cuarto puesto. 

En el plato fuerte de la jornada, el K1 Hombre Senior, un gran grupo que incluía a los principales favoritos se puso al frente de la carrera desde el principio. El velocista danés Rene Poulsen marcó el ritmo en la mayor parte de la primera vuelta, pero después del primer porteo los maratonianos comenzaron a aparecer al mando. Iván Alonso (ESP), José Ramalho (POR) , Hank McGregor (RSA) siempre estuvieron rondando las primeras posiciones junto con Cyrille Carré (FRA), Oliveira (BRA) y Gere y Petrovics (HUN).

En los sucesivos porteos se iba tensando el grupo de cabeza, donde un batallador Xabier Ruiz de Aretxabaleta parecía resistir vuelta tras vuelta junto a Joep van Bakel, Edward Rutherford, etc... En el cuarto porteo, al cual llegaban aún 11 palistas en cabeza Ramalho, Alonso y McGregor protagonizaron el primer ataque serio y se alejaron unos metros durante más de un kilómetro. McGregor parecía el más interesado en deshacerse de los otros ocho palistas. Ramalho le relevó durante un tiempo, pero Alonso no parecía muy por la labor, así que después de alguna conversación (o reproche), el ritmo decayó de nuevo y el grupo volvió a unirse. 


Entonces, la carrera dio un giro inesperado antes del quinto porteo. Después de algunos movimientos en la concurrida ola del grupo principal, Ramalho se fue al agua. Desastre para el bravo palista portugués, uno de los principales favoritos para el oro. De todos modos, se las arregló para acercarse a la orilla y comenzar una verdadera carrera de persecución para recuperar los 500 metros que había perdido con los líderes. Y mientras sucedía todo esto, Rene Poulsen decidió mostrar sus habilidades de velocista y en la mayor remontada que se recuerda recuperó 40 segundos de desventaja en menos de 2 kilómetros. En tan sólo un largo de la pista, el danés se puso de nuevo en la lucha por las medallas. Y el público se lo reconoció con una cerrada ovación al paso por el porteo.


Aun así los maratonianos no se pusieron nerviosos e incluso le dejaron tomar la iniciativa, puesto que ellos ya estaban ahorrando energía para el último porteo. El público podía sentir la tensión creciendo a medida que se acercaba el momento de la verdad. 300 metros antes de entrar al pantalán de entrada el ritmo aumentó hasta casi ser un sprint y los principales favoritos aparecieron en las primeras posiciones para saltar literalmente sobre la plataforma. Después de una carrera frenética, McGregor, Alonso y Carré cogieron unos preciosos segundos de ventaja, con el sudafricano a la cabeza. Alonso y Carré tuvieron que sufrir para llegar de nuevo a su ola, pero cuando finalmente lo lograron la determinación de McGregor por ganar este mundial no desapareció ni un instante. Después de la última ciaboga, a tan sólo 500 metros de la meta, puso un fuerte ritmo que hizo que sus rivales no pudieran pasar y prácticamente se pusieron en fila de a uno. Hank McGregor (RSA) firmó entonces su tercer título mundial de maratón después de una grandísima carrera. Iván Alonso (ESP) y Cyrille Carré (FRA) consiguieron finalmente la plata y el bronce, completando un magnífico podio para una carrera que no desmereció para nada las expectativas que había levantado.


Foto: Jan N

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